No cabe duda de que verdadera mujer musulmana se distingue por su carácter y está orgullosa de su elevado estatus que el Islam le otorgó desde una etapa muy temprana, antes de que las mujeres en otras naciones consiguieran algo semejante. Hace catorce siglos atrás, el Islam proclamó todos los derechos de las mujeres por primera vez en la historia, y así las mujeres musulmanas disfrutaron de los derechos humanos varios siglos antes de que el mundo siquiera escuchara sobre organizaciones de derechos humanos o fuera testigo de alguna “Declaración de los Derechos Humanos”.
Cuando el Islam hizo a los hombres y mujeres iguales en términos de derechos humanos, también los hizo iguales en términos de deberes humanos, ya que a ambos se les asignó el rol de califas (vicerregentes) sobre la tierra y se les ordenó poblarla y cultivarla, y adorar a Al-lah, Exaltado y Glorificado sea. El Islam les dio a cada uno de ellos un rol único para establecer una sociedad humana virtuosa; estos roles son complementarios, no contradictorios, y se aplican a todo hombre y mujer. Cada sexo debe desempeñar su rol para el cual está más capacitado y calificado, para así poder generar individuos, familias y sociedades fuertes y alcanzar la solidaridad, asistencia mutua y cooperación entre ambos sexos, sin impedir a nadie realizar cualquier acto permitido que desee hacer. Los hombres y las mujeres son igualmente regulados por cualesquiera que sean los intereses de la humanidad, y ambos serán recompensados de acuerdo a sus acciones en esta vida, como Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Al creyente que obre rectamente, sea varón o mujer, le Concederemos una vida buena y le Multiplicaremos la recompensa de sus obras.} [Corán 16:97]
Las mujeres se encontraban en las más horrorosas y humillantes situaciones, en las cuales hasta su misma humanidad estaba en duda –especialmente en el mudo árabe antes de la llegada del Islam, y en la mayor parte del mundo civilizado de esa época, en Roma y durante el inicio del periodo cristiano–. La mayoría de las naciones y estados modernos aún están influenciados por la ley romana, como es bien sabido por los eruditos de las leyes.
Debido a que esta pesada carga es puesta sobre los hombres de la mujer, al hombre se he ha dado el rol de mantener y proteger a la familia (qawwamun); ellos tienen el deber de conseguir el sustento para la familia. Sin embargo, muchos hombres aún no comprenden el estatus de la madre en el Islam como se refleja en el hadiz citado anteriormente, en el cual un hombre le preguntó al Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, quién era más merecedor de su buena compañía.
Debido a que esta pesada carga es puesta sobre los hombres de la mujer, al hombre se he ha dado el rol de mantener y proteger a la familia (qawwamun); ellos tienen el deber de conseguir el sustento para la familia. Sin embargo, muchos hombres aún no comprenden el estatus de la madre en el Islam como se refleja en el hadiz citado anteriormente, en el cual un hombre le preguntó al Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, quién era más merecedor de su buena compañía.

 
 
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