Tanto en el pasado como en el presente la realidad es un fiel testigo de que cada vez que se arremete en contra del Islam este crece, se fortalece y encuentra personas que lo sigan. Sin importar si estos ataques son físicos, como guerras lanzadas en su contra, o coercionando los derechos de los musulmanes en los países en los que son minorías, o cuando los ignorantes embisten en su contra valiéndose de injurias, difamaciones, falsedades y todo tipo de bajezas, sean estas orales o escritas. Incluso muchos de los enemigos del Islam que buscaron de todas las formas posibles acabar con él y los musulmanes, terminaron siendo los abanderados de esta religión. Ejemplos históricos hay muchos, tenemos a los tártaros y los turcos, quienes lanzaron campañas despiadadas en contra del Estado islámico, destruyeron grandes ciudades y mataron a muchos musulmanes. Sin embargo, al final ello terminaron convirtiéndose al Islam y llevaron gloria, ciencia y misericordia al mundo. Es más, algunos, como los turcos, gobernaron a los musulmanes y el mundo por muchos siglos, otros entregaron grandes personajes históricos, científicos y humanistas, como Al Biruni, Al Juarismi, Salman Al Farisi, etc.
Desde el inicio de la misión del Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, y hasta el Día Final, los detractores del Islam no han parado, ni lo harán, de lanzar ataques de toda especie contra el Islam, con el fin de acabarlo o, como mínimo, frenar su avance. Pero cuanto más duros son estos ataques y mas grandes las falsedades que se tejen en su contra, salen defensores de la verdad, sin importar si son o no musulmanes, para mostrar al mundo entero que el tigre no es como lo pintan, es decir, que el Islam es todo lo contrario a la absurda visión que los islamófobos quieren sembrar en las mentes del común de la gente. Podemos encontrar un ejemplo de lo que decimos en el libro Lost History: The Enduring Legacy of Muslim Scientists, Thinkers, and Artists (Historia perdida: El legado imperecedero de los científicos, pensadores y artistas musulmanes) del exdiplomático norteamericano Michael H. Morgan y presidente de la fundación: New
Foundations For Peace (Nuevas bases para la paz), en el cual habla de los grandes aportes realizados por los musulmanes en la ciencia y la cultura, en especial en la época de la transformación de Europa bajo la corriente de la Ilustración, movimiento del cual estos aportes fueron su base. En su trabajo, Morgan expone los principios históricos del pensamiento islámico, los escritos musulmanes sobre la relación entre el Islam y Occidente, y los objetivos de la Shari’ah. Hay una parte muy interesante en la que dice, refiriéndose a la negación de la grandeza de la civilización islámica, a la que se ha sometido intencionalmente a Occidente: “La pérdida de memoria consciente sobre la realidad histórica de toda una civilización es una tragedia en todo el sentido de la palabra y un hecho muy peligroso. Esto porque cualquier civilización, sin importar su grandeza, debe ser considerada como un ‘laboratorio’ del pensamiento y valores humanos, de los sueños y esperanzas de las mismas. Además, son una toda una escuela de la que se puede aprovechar mucho para la vida, aprovechando todo lo bueno que dejaron”. También expresa con ejemplos que la historia islámica está llena de creatividad, innovación e invención, y que su creencia establece firmemente los principios de tolerancia y convivencia con los no musulmanes, como ninguna otra civilización.
Hallamos también en la actualidad grupos de no musulmanes que apoyan el acercamiento entre Oriente y Occidente, específicamente entre Europa y el Islam. Estas organizaciones pretenden cambiar la imagen que han desfigurado los medios de comunicación, donde sólo se presenta al Islam y a los musulmanes como centro de terror y fundamentalismo. Los encargados de este programa están realizando esfuerzos monumentales para lograr mostrar a Europa la verdad respecto al Islam y destacar los puntos en común que hay entre Oriente y Occidente.
La orientalista alemana Sigrid Hunke, respondiendo a la negación europea de aceptar que el Islam y los musulmanes aportaron grandemente para que saliera de las tinieblas en las que se encontraba, dijo: “Ciertamente esta posición que Europa tiene sobre los árabes y musulmanes es una prueba de la falta de visión y su oposición a aceptar todo lo que ellos le aportaron a este continente y al mundo en el que vivimos actualmente”. Encontramos también a la escritora británica especializada en religión comparada y miembro del grupo de alto nivel de la Alianza de Civilizaciones (de José Luis Rodríguez Zapatero) Karen Armstrong, quien escribió un sinnúmero de libros en los que defiende al Islam, como el libro: Jerusalem: One City, Three Faiths (Jerusalén: Una sola ciudad y tres religiones), Islam: A Short History (Islam: una breve historia), y Muhammad: A Biography of the Prophet (Muhammad: La biografía del Profeta), y quien expresó ante el público en vivo y en directo en uno de los programas televisivos a los que fue invitada: “No es lógico pensar que 1.200 millones de musulmanes son todos terroristas, proviniendo ellos de una civilización que no es en nada inferior a la civilización occidental. Basta con saber que la palabra Islam proviene de la raíz Salam que significa paz”.
El excongresista Paul Findley, quien escribió el excelente libro Silent No More (Silencio, no más), en el cual denuncia la falsa imagen con que se pretende mostrar al Islam en los Estados Unidos de Norte América, y la enseñanza incorrecta que se les está impartiendo a los niños de ese país al querer sembrar en sus mentes que el Islam es la religión de Muhammad (mohometanismo) y que los mahometanos no son más que unos fundamentalistas que merecen la muerte.
Los anteriores son sólo unos cuantos ejemplos de un asunto que los musulmanes conocemos de hace tiempo, ya que nuestro Mensajero, Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, dijo, según lo registra Bujari y Muslim: “Ciertamente Al-lah le da la victoria a esta religión hasta con la ayuda de los no musulmanes” . Es importante que analicemos y comprendamos esta enseñanza, para saber cómo actuar y reaccionar ante los diferentes sucesos que se presentan, y responder ante las falsedades y acusaciones que se lanzan en contra del Islam día a día. En especial, dado el hecho de que nos encontramos con grupos de musulmanes que piensan que la solución a todos los problemas por los que está pasando la Ummah (Nación Islámica) está en manos de los no musulmanes y sus diversas organizaciones y gobiernos. Por otro lado, nos encontramos con musulmanes que rechazan cualquier tipo de ayuda que puedan ofrecer los no musulmanes en estas situaciones, y ojalá lo hicieran de buena manera. Son dos extremos totalmente alejados el uno de el otro, y ninguno de los dos está en lo correcto, esto porque Al-lah, Glorificado sea dijo (lo que se interpreta en español):{Hicimos de vosotros una comunidad moderada y justa…} [Corán 2:143]
En los medios de comunicación mundial notamos que cuando una persona que dice ser musulmana, o cuyo origen es musulmán, comete un crimen, por todos lados hacen resaltar su religión, dicen por ejemplo: “Un musulmán robó, un musulmán mató, etc.”; pero cuando se trata de un criminal de otra religión, se limitan a mencionar el crimen y como mucho la nacionalidad del malhechor, pero nunca encontraremos en los titulares: “Un cristiano mató a tantas persona, o un cristiano robó…”.
Al suceder cualquier acto terrorista la primera teoría que salta a la vista es que fueron realzados por musulmanes. No hace poco la subjetividad con que los medios de comunicación manejan la información quedó al descubierto ante el mundo entero, durante los lamentables hechos perpetrados por el fanático, ultraderechista e islamófobo cristiano Anders Behring Breivik, en la isla de Utoya en Norruega. No se ha vuelto a hablar del tema, y cuando se descubrió la identidad del asesino, se trató de tapar de todas las formas posibles cuáles eran sus ideas y cuál su religión, por su puesto. Si hubiera sido un musulmán el que lo hubiera hecho, hasta el día de hoy estaríamos escuchando de este suceso.
Pese a todos estos intentos, entre más se trata de desacreditar el Islam, más aumenta el número de personas que se convierten y de gente que defiende la verdad, así no sean musulmanes. Pues hay mucha gente que no traga entero, es decir, que no acepta lo que escucha, lee y ve si, sino después de un análisis profundo. Hay muchos para quienes la injusticia y la mentira son inaceptables, y su propia naturaleza no les permite admitir que se mienta contra una religión como la del Islam, por más que no compartan ni acepten su creencia. Dijo el Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam: “Ciertamente Al-lah le da la victoria a esta religión hasta con la ayuda de los no musulmanes” . Una verdad que, como todo lo que él dijo, se aplicará hasta el fin del tiempo.
Desde el inicio de la misión del Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, y hasta el Día Final, los detractores del Islam no han parado, ni lo harán, de lanzar ataques de toda especie contra el Islam, con el fin de acabarlo o, como mínimo, frenar su avance. Pero cuanto más duros son estos ataques y mas grandes las falsedades que se tejen en su contra, salen defensores de la verdad, sin importar si son o no musulmanes, para mostrar al mundo entero que el tigre no es como lo pintan, es decir, que el Islam es todo lo contrario a la absurda visión que los islamófobos quieren sembrar en las mentes del común de la gente. Podemos encontrar un ejemplo de lo que decimos en el libro Lost History: The Enduring Legacy of Muslim Scientists, Thinkers, and Artists (Historia perdida: El legado imperecedero de los científicos, pensadores y artistas musulmanes) del exdiplomático norteamericano Michael H. Morgan y presidente de la fundación: New
Foundations For Peace (Nuevas bases para la paz), en el cual habla de los grandes aportes realizados por los musulmanes en la ciencia y la cultura, en especial en la época de la transformación de Europa bajo la corriente de la Ilustración, movimiento del cual estos aportes fueron su base. En su trabajo, Morgan expone los principios históricos del pensamiento islámico, los escritos musulmanes sobre la relación entre el Islam y Occidente, y los objetivos de la Shari’ah. Hay una parte muy interesante en la que dice, refiriéndose a la negación de la grandeza de la civilización islámica, a la que se ha sometido intencionalmente a Occidente: “La pérdida de memoria consciente sobre la realidad histórica de toda una civilización es una tragedia en todo el sentido de la palabra y un hecho muy peligroso. Esto porque cualquier civilización, sin importar su grandeza, debe ser considerada como un ‘laboratorio’ del pensamiento y valores humanos, de los sueños y esperanzas de las mismas. Además, son una toda una escuela de la que se puede aprovechar mucho para la vida, aprovechando todo lo bueno que dejaron”. También expresa con ejemplos que la historia islámica está llena de creatividad, innovación e invención, y que su creencia establece firmemente los principios de tolerancia y convivencia con los no musulmanes, como ninguna otra civilización.
Hallamos también en la actualidad grupos de no musulmanes que apoyan el acercamiento entre Oriente y Occidente, específicamente entre Europa y el Islam. Estas organizaciones pretenden cambiar la imagen que han desfigurado los medios de comunicación, donde sólo se presenta al Islam y a los musulmanes como centro de terror y fundamentalismo. Los encargados de este programa están realizando esfuerzos monumentales para lograr mostrar a Europa la verdad respecto al Islam y destacar los puntos en común que hay entre Oriente y Occidente.
La orientalista alemana Sigrid Hunke, respondiendo a la negación europea de aceptar que el Islam y los musulmanes aportaron grandemente para que saliera de las tinieblas en las que se encontraba, dijo: “Ciertamente esta posición que Europa tiene sobre los árabes y musulmanes es una prueba de la falta de visión y su oposición a aceptar todo lo que ellos le aportaron a este continente y al mundo en el que vivimos actualmente”. Encontramos también a la escritora británica especializada en religión comparada y miembro del grupo de alto nivel de la Alianza de Civilizaciones (de José Luis Rodríguez Zapatero) Karen Armstrong, quien escribió un sinnúmero de libros en los que defiende al Islam, como el libro: Jerusalem: One City, Three Faiths (Jerusalén: Una sola ciudad y tres religiones), Islam: A Short History (Islam: una breve historia), y Muhammad: A Biography of the Prophet (Muhammad: La biografía del Profeta), y quien expresó ante el público en vivo y en directo en uno de los programas televisivos a los que fue invitada: “No es lógico pensar que 1.200 millones de musulmanes son todos terroristas, proviniendo ellos de una civilización que no es en nada inferior a la civilización occidental. Basta con saber que la palabra Islam proviene de la raíz Salam que significa paz”.
El excongresista Paul Findley, quien escribió el excelente libro Silent No More (Silencio, no más), en el cual denuncia la falsa imagen con que se pretende mostrar al Islam en los Estados Unidos de Norte América, y la enseñanza incorrecta que se les está impartiendo a los niños de ese país al querer sembrar en sus mentes que el Islam es la religión de Muhammad (mohometanismo) y que los mahometanos no son más que unos fundamentalistas que merecen la muerte.
Los anteriores son sólo unos cuantos ejemplos de un asunto que los musulmanes conocemos de hace tiempo, ya que nuestro Mensajero, Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, dijo, según lo registra Bujari y Muslim: “Ciertamente Al-lah le da la victoria a esta religión hasta con la ayuda de los no musulmanes” . Es importante que analicemos y comprendamos esta enseñanza, para saber cómo actuar y reaccionar ante los diferentes sucesos que se presentan, y responder ante las falsedades y acusaciones que se lanzan en contra del Islam día a día. En especial, dado el hecho de que nos encontramos con grupos de musulmanes que piensan que la solución a todos los problemas por los que está pasando la Ummah (Nación Islámica) está en manos de los no musulmanes y sus diversas organizaciones y gobiernos. Por otro lado, nos encontramos con musulmanes que rechazan cualquier tipo de ayuda que puedan ofrecer los no musulmanes en estas situaciones, y ojalá lo hicieran de buena manera. Son dos extremos totalmente alejados el uno de el otro, y ninguno de los dos está en lo correcto, esto porque Al-lah, Glorificado sea dijo (lo que se interpreta en español):{Hicimos de vosotros una comunidad moderada y justa…} [Corán 2:143]
En los medios de comunicación mundial notamos que cuando una persona que dice ser musulmana, o cuyo origen es musulmán, comete un crimen, por todos lados hacen resaltar su religión, dicen por ejemplo: “Un musulmán robó, un musulmán mató, etc.”; pero cuando se trata de un criminal de otra religión, se limitan a mencionar el crimen y como mucho la nacionalidad del malhechor, pero nunca encontraremos en los titulares: “Un cristiano mató a tantas persona, o un cristiano robó…”.
Al suceder cualquier acto terrorista la primera teoría que salta a la vista es que fueron realzados por musulmanes. No hace poco la subjetividad con que los medios de comunicación manejan la información quedó al descubierto ante el mundo entero, durante los lamentables hechos perpetrados por el fanático, ultraderechista e islamófobo cristiano Anders Behring Breivik, en la isla de Utoya en Norruega. No se ha vuelto a hablar del tema, y cuando se descubrió la identidad del asesino, se trató de tapar de todas las formas posibles cuáles eran sus ideas y cuál su religión, por su puesto. Si hubiera sido un musulmán el que lo hubiera hecho, hasta el día de hoy estaríamos escuchando de este suceso.
Pese a todos estos intentos, entre más se trata de desacreditar el Islam, más aumenta el número de personas que se convierten y de gente que defiende la verdad, así no sean musulmanes. Pues hay mucha gente que no traga entero, es decir, que no acepta lo que escucha, lee y ve si, sino después de un análisis profundo. Hay muchos para quienes la injusticia y la mentira son inaceptables, y su propia naturaleza no les permite admitir que se mienta contra una religión como la del Islam, por más que no compartan ni acepten su creencia. Dijo el Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam: “Ciertamente Al-lah le da la victoria a esta religión hasta con la ayuda de los no musulmanes” . Una verdad que, como todo lo que él dijo, se aplicará hasta el fin del tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario