La Ka’aba
Cuando Ismael, hijo de Abraham y Hagar, nació, la otra esposa de Abraham, Sara, se puso muy celosa y le pidió a Abraham que se alejara de ellos. Dios, el Excelso, inspiró a Abraham a llevarlos a la Meca. Allí los iba a visitar de vez en cuando. En una ocasión, Abraham estuvo alejado por bastante tiempo y cuando regresó a visitarlos, vio a su hijo Ismael tirando flechas cerca del pozo de Zamzam. Cuando lo vio, lo abrazó de la única forma que un padre puede hacerlo, y le dijo: “Oh, Ismael, Dios me ha encomendado construir una Casa aquí”. Juntos levantaron las paredes de la Casa de Dios. Ismael trajo las rocas, y Abraham las ordenó. Cuando las paredes estuvieron un poco altas, Abraham puso una roca para subirse y ambos, padre e hijo, suplicaron a Dios: “Oh, Dios, acepta lo que hicimos, ciertamente Tú eres Quien todo lo oye y todo lo ve”.
Los musulmanes de todas partes del mundo se orientan hacia la Ka’aba durante la oración; es la primer Casa de Dios
Los musulmanes de todas partes del mundo se orientan hacia la Ka’aba durante la oración; es la primer Casa de Dios
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Dios dice:
((Ciertamente la primera Casa erigida para los hombres es la de Bakka (la Ka’aba), en ella hay bendición y guía para la humanidad.)) (3:96)
Es un símbolo de la unidad de los musulmanes. Los musulmanes se orientan hacia la Ka’aba con sus corazones y con sus cuerpos.
Dios dice:
((Dondequiera que dirijáis vuestros rostros, allí está el de Dios (Quien os observa). Dios es Vasto, Omnisciente.)) (2:115)
Cuando los musulmanes circunvalan alrededor de la Casa, no están adorándola, sino que adoran a Dios únicamente.
Dios dice:
((Que adoren, pues, al Señor de esta Casa (la Ka’aba) y Le agradezcan por haberles proveído el sustento para que pudieran saciar el hambre y haberles dado seguridad.)) (106:3-4)
((Ciertamente la primera Casa erigida para los hombres es la de Bakka (la Ka’aba), en ella hay bendición y guía para la humanidad.)) (3:96)
Es un símbolo de la unidad de los musulmanes. Los musulmanes se orientan hacia la Ka’aba con sus corazones y con sus cuerpos.
Dios dice:
((Dondequiera que dirijáis vuestros rostros, allí está el de Dios (Quien os observa). Dios es Vasto, Omnisciente.)) (2:115)
Cuando los musulmanes circunvalan alrededor de la Casa, no están adorándola, sino que adoran a Dios únicamente.
Dios dice:
((Que adoren, pues, al Señor de esta Casa (la Ka’aba) y Le agradezcan por haberles proveído el sustento para que pudieran saciar el hambre y haberles dado seguridad.)) (106:3-4)
La piedra negra
Después que Abraham terminó de erigir la Ka’aba, faltaba una piedra para completarla, así que le pidió a Ismael que
buscara alguna por ahí. Buscó por todos lados y cuando regresó, vio que su padre ya había colocado la piedra que faltaba, entonces le preguntó: “Oh, padre, ¿dónde conseguiste esta piedra?” Le respondió: “El Ángel Gabriel me la trajo del Paraíso”. Y así se completó la construcción de la Ka’aba. Cuando esta piedra descendió del Paraíso, era más blanca que la leche.
El Profeta dijo:
“La piedra negra fue enviada desde el Paraíso y era más blanca que la leche pero se puso negra por los pecados del hombre”. (Tirmidi)
buscara alguna por ahí. Buscó por todos lados y cuando regresó, vio que su padre ya había colocado la piedra que faltaba, entonces le preguntó: “Oh, padre, ¿dónde conseguiste esta piedra?” Le respondió: “El Ángel Gabriel me la trajo del Paraíso”. Y así se completó la construcción de la Ka’aba. Cuando esta piedra descendió del Paraíso, era más blanca que la leche.
El Profeta dijo:
“La piedra negra fue enviada desde el Paraíso y era más blanca que la leche pero se puso negra por los pecados del hombre”. (Tirmidi)
El Monte Hira
Detalle: La cueva de Hira está situada en la cima de Jabal an- Nur al este de Meca. Queda a unos 4 kilómetros de la mezquita (Haram) y su pico alcanza una altura de 634 metros.
La montaña Alnur, donde está la cueva Hira, donde el Ángel Gabriel descendió con la revelación al Profeta Muhammad. Alnur es una de las montañas de Mea (Faran) mencionadas en la Torá, capítulo 23, verso número 29.
El Profeta solía pasar muchas noches seguidas en esta cueva. El Ángel Gabriel le trajo la primera revelación mientras él estaba allí. Los musulmanes no deben ir allí, ya que el Profeta, después de haber recibido su misión como tal, nunca regresó a esta cueva.
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