El Islam ha establecido los derechos universales y fundamentales para la humanidad, los que deben ser observados y respetados bajo cualquier circunstancia. Para lograr el cumplimiento de estos derechos, el Islam no sólo proporciona las garantías legales sino que también presenta un sistema moral eficaz.
Todo lo que conduce al bienestar del individuo o de la sociedad es moralmente aceptado y desarrollado, y cualquier cosa que sea injuriosa es rechazada. El Islam concede tanta importancia al amor a Dios, como hacia el hombre, sin caer en formalismos. En el Sagrado Corán, leemos:
"La piedad y la caridad no consisten en que volváis vuestro rostro hacia el Oriente o hacia el Occidente, sino creer en Dios y en el último día, en los ángeles, en las escrituras y en los profetas, en ofrecer del dinero propio, por amor a Dios, a los parientes, huérfanos, necesitados, viajeros, mendigos y para liberar a los esclavos. Asimismo en hacer la oración y pagar el Zakat, en cumplir los compromisos contraídos, en ser pacientes en el infortunio, en la aflicción y en tiempos de peligro. Esos son los hombres sinceros y devotos!" (Corán, 2:177)
En este versículo se nos ofrece una bella descripción del hombre piadoso donde se establecen unas reglas para su salvación, manteniendo su mirada en el amor a Dios y en el amor a los demás.
Aquí se plantean cuatro directrices:
Nuestra fe debe ser verdadera y sincera.
Debemos estar preparados para demostrarla en actos de caridad con los demás.
Debemos ser ciudadanos ejemplares, apoyando todas y cada una de las obras benéficas.
Nuestra alma ha de ser firme ante todas las circunstancias.
Este es el patrón sobre el cual se juzga una forma de conducta en particular, calificándola como buena, o menos buena, y ello constituye el núcleo alrededor del cual debe moverse toda conducta moral. Pero antes de establecer ningún precepto moral, el Islam trata de implantar firmemente en el corazón del hombre la convicción de que su compromiso lo adquiere íntegramente con Dios, que le ve en todo momento y en todo lugar y que podrá esconderse de todo el mundo, menos de El; que podrá engañar a todos pero no podrá engañar a Dios, y que no podrá esperar mejor recompensa que la que Dios le conceda.
De esta manera, al establecer como objetivo de la vida del hombre la complacencia de Dios, el Islam ha creado el más alto patrón de moralidad posible, esto deberá conducir a un futuro sin límites para la evolución moral de la humanidad. Al convertir la revelación divina en fuente principal del conocimiento, se garantiza la permanencia y la estabilidad de los patrones morales que permitan un margen razonable para ajustes genuinos, adaptaciones e innovaciones benéficas según lo permita la ley, aunque no para perversiones, desviaciones salvajes, relativismos absurdos o libertinaje.
El Corán establece una identificación propia con la moralidad, basada en el amor y devoción a Dios, que impulsará al hombre a obedecer la ley moral voluntariamente, sin necesidad de ninguna presión exterior. A través de la fe en Dios y en el Día del juicio, se genera una fuerza que permitirá adoptar la conducta moral de forma sincera y seria, con toda devoción del corazón y del alma.
Este sistema moral no proporciona nuevas virtudes, rebuscadas por un falso sentido de originalidad e innovación, ni trata de minimizar la importancia de otras normas morales bien conocidas, como tampoco concede una importancia a algunas, dejando de lado a otras sin causa justificada.
El Islam recoge todas las virtudes morales conocidas y, con un sentido de equilibrio y proporción, les asigna a cada una de ellas un lugar y una función adecuada en el esquema global de la vida.
El Islam ensancha el horizonte de la vida individual y colectiva y sus actividades en el campo político, económico, legal, formativo y social. Abarca toda la vida del hombre, desde el hogar hasta la sociedad, desde la mesa hasta las conferencias internacionales. Literalmente: Desde la cuna hasta la tumba. En resumen, no hay ninguna esfera de la vida que queda exenta de esta aportación universal y global de los principios morales del Islam. convierte a la moralidad en soberana y asegura de esta manera que todos los aspectos de la vida estén regulados por normas de moralidad, en lugar de estar dominados por deseos egoístas e intereses mezquinos.
El Islam estipula para el hombre un sistema de vida basado en la bondad. Invoca a la gente no sólo para que practiquen la virtud sino para que establezcan la virtud y erradiquen el vicio; para que busquen el bien y rechacen el mal. El Islam quiere que prevalezca el veredicto de la conciencia, y que la virtud no quede relegada a un segundo papel por el mal, los que responden a este llamada quedan agrupados en una sola comunidad y se les da el nombre de musulmanes. Y el objetivo singular en el que se basa la formación de esta comunidad (Umma) es el de llevar a cabo un esfuerzo organizado para establecer y practicar la bondad así como para suprimir y erradicar el mal.
Damos a continuación algunas de las enseñanzas morales básicas del Islam para diversos aspectos de la vida de un musulmán. Abarcan el amplio espectro de la conducta moral personal así como sus responsabilidades sociales.
LA PIEDAD Y LA DEVOCIÓN A DIOS
El Sagrado Corán menciona la piedad como la cualidad más elevada de un musulmán: Para Dios, el más noble de entre vosotros es el más piadoso, el más devoto. (Corán 49:13)
Humildad, modestia, control de pasiones y deseos, veracidad, integridad, paciencia, constancia y el cumplimiento de las promesas son valores morales en los cuales se insiste una y otra vez en el Corán. es así que leemos:
Y Dios ama a aquellos que son firmes y pacientes. (Corán 3:146)
Y apresuráos a obtener el perdón de vuestro Señor y alcanzar un paraíso tan vasto como los cielos y la tierra, que ha sido preparado para los piadosos y devotos, que son caritativos tanto en la prosperidad como en la adversidad, reprimen la ira, perdonan a la gente, porque Dios ama a los bondadosos. » ( Corán 3:133-134)
¡Hijo mío! ¡Haz la oración!, ¡Ordena hacer el bien y prohiba lo que está mal! ; ¡Ten paciencia ante cualquier adversidad!, porque ésta es la verdadera resolución. No pongas cara de altivez a la gente, ni andes con insolencia, porque Dios no ama a nadie que sea presumido jactancioso. Sé modesto en tus andares y habla en voz baja; porque el sonido más desagradable es, ciertamente, el rebuzno del asno. » (Corán 31:17- 19).
En una forma que resume el comportamiento moral de los musulmanes, el Profeta Muhammad (La Paz y bendiciones de Dios sean con él) dijo:
Mi Señor me dio nueve mandamientos: Permanecer devoto a Dios, tanto en privado como en público, hablar con justicia, tanto si estás airado como si estás contento; mostrar moderación, tanto en la pobreza como en la riqueza; volver a establecer la amistad con aquellos que la hayan roto contigo; darle a aquél que te rechaza; que la mirada sea una admonición, y que dispongas lo que es correcto.
RESPONSABILIDADES SOCIALES
Las enseñanzas del Islam referentes a las responsabilidades sociales están basadas tanto en el afecto y el respeto como en la solidaridad con los demás. Dado que algún precepto general de bondad probablemente llegue a ignorarse en algunas situaciones concretas, el Islam insiste en unos actos de bondad específicos y define las responsabilidades y derechos de diferentes relaciones. en un círculo de relaciones que se amplia gradualmente, nuestra obligación se centra primero sobre nuestra familia - padres , cónyuges e hijos -, luego con los demás parientes, vecino, amigos y conocidos, huérfanos y viudas, y desde luego con los necesitados de la comunidad, y de toda la humanidad. esta responsabilidad se extiende a los animales y a todo el sistema ecológico.
PADRES
En las enseñanzas del Islam se insiste mucho en el respeto y cariño a los padres, siendo ésta una parte muy importante de la expresión de fe de un musulmán.
Tu señor ha decretado que no debéis adorar a otro sino a Él y que debéis ser bondadosos con vuestros padres. Si uno de ellos o ambos envejecen en tu casa, no les digas ¡Uf! ni les trates con antipatía, sino que debes dirigirte a ellos honrándoles siempre. Se piadoso y muéstrate deferente con ellos, y di: Señor, ten misericordia de ellos, pues ellos la tuvieron cuando me educaron siendo niño. » (Corán 17:23-24)
OTROS PARIENTES
Da lo que es su derecho al pariente así como el pobre y al viajero y no prodigues tus riquezas despilfarrándolas. (Corán 17:26)
EL PRÓJIMO
El Profeta (La Paz y bendiciones de Dios sean con él) dijo:
No es creyente aquel que come hasta la saciedad cuando su prójimo tiene hambre.
Y: No es creyente aquél cuyo prójimo no esté a salvo de su mano y de su lengua.
De hecho, de acuerdo con el Sagrado Corán y las tradiciones (Sunna), un ha de cumplir con su responsabilidad moral, no solo con sus padres, parientes y vecinos, sino con toda la humanidad, los animales, incluso todo el ecosistema. Por ejemplo, no está permitido cazar pájaros y animales por el mero placer de cazar. De forma similar está prohibido cortar árboles y plantas que dan fruto, a menos que haya para ello una necesidad muy urgente.
De este modo y basándose en estas características, el Islam crea un sistema moral más elevado, gracias al cual la humanidad podrá alcanzar todo su potencial. el Islam purifica el alma del egoísmo Individualista, de la tiranía, de la vanidad y de la indisciplina. Crea hombres piadosos y devotos a Dios, leales con sus ideales, cultos, llenos de bondad, generosidad y disciplina, que no se comprometen con la falsedad. El Islam induce sentimientos de responsabilidad moral y fomenta la capacidad de autocontrol. El Islam genera solidaridad, hermandad, misericordia, simpatía, paz, desinterés, ecuanimidad y veracidad escrupulosa respecto a toda la creación y en todas las situaciones. Nutre las nobles cualidades de las cuales únicamente se puede esperar el bien. Participa y coopera en resolver los problemas económicos y políticos de la sociedad.
El Islam y los ancianos
En el mundo islámico, uno raramente encuentra asilos o instituciones destinadas al cuidado de los ancianos. El esfuerzo de cuidar a los padres en esta dificilísima etapa de su vida es considerado un honor, una bendición y una oportunidad de crecimiento espiritual muy grande. En el Islam, no es suficiente que tan solo oremos por nuestros padres, sino que debemos tratarlos con una ilimitada compasión, recordando que cuando éramos unos niños desvalídos ellos nos prefirieron a si mismos. Las madres son particularmente honradas. Cuando los padres musulmanes alcanzan la senilidad, son tratados con misericordia, gentileza y desprendimiento.
En el Islam, el servir a los padres es una obligación que viene después de la oración, y es derecho de los mismos el esperarla. Es considerado despreciable el expresar cualquier forma de irritación cuando, sin que sea falta de ellos mismos, los ancianos se ponen difíciles.
Dios dice:
« Tu Señor ha ordenado que adoréis sino a Él y que seáis benévolos con vuestros padres. Si uno de ellos o ambos llegan a la vejez, no seáis insolentes con ellos y ni siquiera les digáis: ¡Uf! Y háblales con dulzura y respeto. Trátales con humildad y clemencia, y ruega: ¡Oh, Señor mío! Ten misericordia de ellos como ellos la tuvieron conmigo cuando me educaron siendo pequeño. » (Corán,17:23-24)
Y esta es sólo una de las ventajas de la doctrina islámica.
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