Por Sayyid Abul A'la Al-Maududi
La característica principal de la ideología Islámica es que no admite un conflicto, ni siquiera una separación significativa entre la vida espiritual y la vida mundana. No se limita meramente a purificar la vida espiritual y moral del hombre en el sentido limitado de la palabra.
Su dominio se extiende a la gama entera de la vida, quiere moldear la vida individual, así como el orden social en modelos saludables, de modo que el Reino de Dios pueda realmente ser establecido en la sierra, pare queda paz, el contento y el bienestar puedan llenar el mundo como las aguas llenan los océanos. El modo de vida Islámico está basado en ésta única aproximación a la vida y en un concepto peculiar del lugar del hombre en el universo. Es por esto por lo que es necesario que antes que procedamos a discutir el sistema moral, social, político y económico del Islam, deberíamos tener una clara ideal del concepto Islámico de la vida.
Hay ciertos postulados básicos que deberían ser comprendidos y apreciados en el mismísimo principio. Estos postulados son los siguientes:
- Dios que es el Creador, el Soberano y el Señor del Universo, creó al hombre y le proveyó con una estación temporal en esa parte de Su vasto reino (cosmos) que es conocida como la tierra.
El ha dotado al hombre con las facultades de pensamiento y comprensión y le ha dado el poder de distinguir lo correcto de lo equivocado.
El hombre ha sido también investido con libertad de voluntad y elección y el poder de usar los recursos del mundo de cualquier manera que quiera.
En una palabra, el hombre le ha sido dada un tipo de autonomía a la vez que ha sido de signado vicegerente (Jalifa) de Dios en la tierra.
- Antes de asignarle al hombre la vicegerencia de Dios en la sierra, Dios le hizo explícitamente claro, que solo El es el Señor, ncia de Dios en la sierra, Dios le hizo explícitamente claro, que solo El es el Señor, el Soberano y la Divinidad. Como tal, el Universo entero y todas las criaturas en él (incluyendo al hombre) tienen que someterse a El solo. El hombre no tiene que pensar de si mismo que es totalmente libre y debería saber que esta sierra no eso residencia permanente. El ha sido hecho pare vivir en ella sólo durante el periodo de su prueba, y a su debido tiempo, retornará a su Señor, pare ser juzgado de acuerdo con el modo que el ha utilizado el periodo de prueba. El único rumbo correcto del hombre es reconocerlo a El como el Único Dios, el sostenedor y la Divinidad y seguir Su Guía, Sus Mandatos en todos los pasos de la vida. El hombre tiene que vivir esta vida, con la compresión de que tiene que ser juzgado, y su único objeto debería ser merecer la satisfacción de Allah pare así salir con éxito de la prueba final. La conducta contraria a esto, conduciría a su extravío. Si el hombre sigue el rumbo de la piedad y la devoción (que es libre de elegir y seguir) tenderá éxito en este mundo y en el próximo; en este mundo vivirá una vida de paz y contento, y en el próximo se cualificará a si mismo pare el cielo de eterna bienaventuranza, Al-Yannah.
Y si elige seguir el otro rumbo, el de la impiedad y el mal (que también es igualmente libre de elegir) su vida será corrupción, quebranto y frustración en este mundo y se encontrará con una descomunal desgracia en la vida por venir, -ese domicilio de dolor y miseria que es llamado infierno-.
- Después de administrar esta advertencia, Dios puso al hombre en la sierra y proveyó a los mismísimos primeros seres humanos (Adam y Eva), consu guía de acuerdo con la cual los hombres vivirán en la sierra. Así la vida del hombre en esta sierra no comenzó en complete oscuridad. Al mismísimo primer hombre se le proveyó con una antorcha ardiente de luz y guía, de modo que la humanidad pudiera alcanzar su glorioso destino. El mismísimo primer hombre recibió conocimiento del Mismo Dios. Tuvo conocimiento de la realidad, le fue dado un código de vida y que a través de seguirlo, pudo tener una vida de bienaventuranza y éxito.
Este código de vida era Islam, «la actitud le complete sumisión a Allah, el Creador del hombre y del Universo entero». Fue esta transacción dela vida (Din) lo que Adam, el primer hombre, transmitió a la posteridad.
Pero las generaciones posteriores se apartaron poco a poco del camino recto y adoptaron diferentes mensajes erróneos. Por negligencia, perdieron las enseñanzas originales, o por necesidad o malicia las adulteraron y las pervirtieron. Asociaron con Dios innumerables seres humanos, objetos no humanos y- entidades imaginareis como divinidades y as entregaron al «Shirk» (politeísmo) del peor tipo. Mezclaron las enseñanzas puras de Dios con mitos extraños, ideas y filosofías y así produjeron una selva de religiones y de cultos. Desecharon los principios dados por Dios de ética social y moralidad colectiva,—la Shari'ah, y privaron la vida humane de paz y tranquilidad.
- A pesar de que los hombres se apartaron del camino de la verdad despreciaron y tergiversaron la Shari'ah y algunos de entre ellos incluso se revelaron contra el código de la Guía Divina, sin embargo, Dios no los destruyó o losforzó a la dirección verdadera. Pues la conversión forzada al camino recto no estaba de acuerdo con la autonomía que El le había dado al hombre. En cambio, Dios designó a ciertas personas virtuosas de entre la misma gente, pare desempeñar la responsabilidad de recordar y guiar a los hombres al camino recto, durante su estancia en la sierra. Estos hombres creyeron en Dios y vivieronuna vida de obediencia a El.
El los honró con sus revelaciones y les dio el conocimiento de la realidad. A estos hombres conocidos como profetas (la paz sea con todos ellos), les fue asignada la tarea de presentar el mensaje de la verdad a la humanidad y de llamar a la gente a venir al camino de Dios.
- Estos profetas se alzaron en todas las épocas, en todos los países y en todas las naciones. Su número excede muchos miles. Todos ellos trajeron el mismo mensaje, todos ellos propugnaron el mismo modo de vida (Din), este es el modo que le fue revelado al hombre en el primer día de su existencia. todos ellos siguieron la misma guía; la guía que fue prescrita por Dios pare el hombre al principio de su carrera en la sierra. Todos ellos representaron la misma misión; llamaron a los hombres al camino (Din) del Islam, pidieron a quienes aceptaron la Guía Divina, vivir de acuerdo con ella y los organizaron en un movimiento pare el establecimiento de la Ley Divina, y pare poner fin a todas las desviaciones del camino Recto.
Cada profeta trató de cumplir esta misión en el mejor modo posible. Pero un grupo bastante numeroso de gente, nunca aceptó su guía y muchos de esos que la aceptaron, gradualmente se dejaron extraviar, y después de un lapso de tiempo, habían perdido la guía o la habían tergiversado a través de innovaciones y perversiones.
- Finalmente Dios levantó al Profeta Muhammad (la paz y bendiciones de Dios sean sobre él) en la sierra de Arabia, y le asignó el completar la misión que le había estado ordenada a los profetas anteriores. El mensaje de Muhammad (la paz y bendiciones de Dios sean con él) era pare todo el género humano. Presentó nuevamente las enseñanzas del Islam en su forma prístina y proveyó a la humanidad otra vez con la Guía Divina que habían perdido en su forme original. Organizó a todos aquellos que aceptaron su mensaje en une «Ummah» que estaba encargada de reconstruir su propia vida de acuerdo con las enseñanzas del Islam, de llamar a la humanidad al camino de la rectitud y de establecer la Supremacía de la Palabra de Dios en la sierra. Esta Guía está contenida en el Generoso Corán, que constituye en único código justo de conducta pare el género humano.
Estos son los postulados básicos que, por una parte, revelan el propósito de Dios de proveerle al hombre con una guía en este mundo, por otra parte, definen la naturaleza, posición y condición del hombre en el mundo. Ahora vamos a estudiar los fundamentos en los que el Corán cultiva la relación del hombre con Allah y el concepto de vida que naturalmente se sigue de esa relación.
El Corán trata este problema en muchas ocasiones, paro el concepto de vida perfecto, concebido por él está resumido en los siguientes versos:
«Alá ha comprado a los creyentes sus personas y su hacienda, ofreciéndoles, a cambio, el Jardín. Combaten por Alá: matan o les matan. Es una promesa que Le obliga, verdad, contenida en la Tora. en el Evangelio y en el Corán. Y ¿quién respeta mejor su alianza que Alá? ¡Regocijaos por el trato que habéis cerrado con Él! ¡Ése es el éxito grandioso!» (El Sagrado Corán 9:111).
En el verso anteriormente citado, la naturaleza de la relación que entra en existencia entre el hombre y Dios a cause del Imán (el acto de depositar la creencia (fe) en Allah) ha sido llamada un pacto.
Esto significa que Imán en Allah, no es un mero concepto metafísico; es la naturaleza de un contrato por el que el hombre trueca su vida y sus pertenencias con Allah a cambio de la promesa del Paraíso en la otra vida. Dios, por así decirlo compra la vida y la propiedad de un creyente y la promete a modo de precio, la recompense del Paraíso en la vida después de la muerte. Este concepto de contrato tiene importantes implicaciones y deberíamos por lo tanto, lo primero comprender claramente su naturaleza y su significado.
La pura verdad es que cada una y todas las cosas de este mundo pertenecen a Allah. El es el verdadero propietario de todas ellas. Por tanto, la vida y las riquezas del hombre que son parte de este mundo, también pertenecen a El, porque El es Quien las creó y es El Quien se las asignó a cada hombre para su uso.
Mirando el problema desde este ángulo, la cuestión de una venta o compra no aparece en absoluto, Dios es el verdadero propietario, no hay cuestión acerca de Su comprar lo que ya es Suyo. El hombre no es su verdadero propietario, no tiene títulos para banderías. Pero hay una cosa que le ha sido conferida el hombre, y que ahora le pertenece completamente, y eso es su «libre albedrío», la libertad de elección entre seguir o no seguir el camino de Allah. como el hombre ha sido dotado con libre albedrío en este respecto, es libre de reconocer, o de no reconocer la realidad de las cosas.
Sin embargo, esta libertad de voluntad y elección que el hombre posee, no le hace automáticamente propietario de todas las energías y recursos sobre las que tiene señorío, ni adquiere el titulo para utilizarlas de cualquier modo que quiera, ni su reconocimiento de la realidad o su rechazo a hacer eso, afecta en modo alguno a la realidad como tal, con todo no significa que él es libre de recononcer la Soberanía de Dios y Su señorío sobre su propia vida y pertenencias, o, rechazar reconocerlo arrogarse a si mismo la posición de total independencia.
Puede, si eso le gusta, considerarse a si mismo libre de todas las obligaciones para con Dios y puede pensar que disfruta derechos y poderes totales sobre todo lo que tienes, y así él puede usarlas de acuerdo con sus propio deseos no encadenados a ningún mandato superior.
Es aquí que el asunto del contrato sale. Este contrato no significa que Dios esté comprando algo que pertenece al hombre. Su verdadera naturaleza, as esta: Toda la creación pertenece a Dios, pero El ha concedido al hombre ciertas cosas para ser usadas por él como una confianza de Dios.
Y al hombre le has sido dada libertad para cumplir honestamente la confianza o si él así gusta, traicionarla y abusar de ella.
Ahora, Dios pide del hombre que reconozca de buena gana y voluntariamente (y no bajo obligación ni coacción) esas cosas que realmente son Suyas (de El) como Suyas y que las use como una confianza de Dios y no como algo propio y para ser usado como le plazca.
Así un hombre que voluntariamente renuncia a la libertad, incluso a rechazar la supremacía de Dios y en lugar de eso reconoce Su soberanía, por así decir, vende su autonomía (que también es un regalo de Dios y no algo que el hombre ha adquirido por si mismo) a Dios, y consigue a cambio la promesa de Dios de eterna bienaventuranza que es el Paraíso. Un hombre que hace tal pacto es un «Mumin» (creyente) e «Imán» (creencia, aceptación) es el nombre Islámico de este contrato; mientras que aquel que elige no entrar en esta convenio o después de hacer tal pacto adopta un comportamiento opuesto, además de añadir una enorme violación a este, es un «Kafir» y el intento de evitar o abrogar este contrato es conocido técnicamente como «Kufr».
Tal es la naturaleza del contrato. Ahora vamos a estudiar brevemente sus varios aspectos y estipulaciones:
- Dios nos ha puesto dos series pruebas en relación a que:
- Ha dejado al hombre libre, pero incluso después de haberle dado esa libertad El quiere ver si permanece honesto y firme y mantiene su lealtad y obediencia a Dios, o si pierde su cabeza y se revuelve contra su propio Creador; si se comporta como un alma noble o si pisotea los valvas de la decencia y comienza a jugar engaños tan fantásticos que hacen a los ángeles llorar.
- El quiere ver si el hombre está preparado para terner tal confianza en Dios, como pare ofrecer su vida y su riqueza a cambio de lo que es una promesa que, ha de materializarse en el otro mundo, y si está preparado a someter su autonomía y todos los atractivos que van con ello, a cambio de una promesa sobre el futuro.
- Es un principio aceptado de la Ley Islámica que «Imán» consiste en la adherencia a cierto conjunto de doctrinas y quienquiera que repose su creencia (fe) en esas doctrinas llega a ser un «Mumin». Nadie tiene derecho a denunciar a un hombre tal como no-creyente o expulsarlo de la comunidad, de la «Ummah» (la comunidad de musulmanes), excepto cuando haya prueba explícita de falsedad o de renuncia a la creencia. Este es el aspecto legal del problema. Pero en los ojos de Dios, solo es válido ese «Imán» que consiste en un completo sometimiento de tu propia voluntad y elección a la voluntad de Allah.
Es ese estado de pensamiento y acción en el que el hombre se somete a si mismo totalmente a Allah, renunciando a toda pretensión de su propia supremacía. Es algo que viene del corazón. Es una actitud del intelecto que prepare al hombre pare un curve positivo de acción. Si un hombre recite la «Kalima»s entra en el pacto e incluso ofrece sus oraciones y realiza otros actos de adoración, pero en su corazón se considera a si mismo como el propietario y el soberano, distribuidor de sus poderes físicos y mentales y de sus recursos morales, y materiales, los use según su propio gusto y sostiene su libre albedrío, entonces a pesar de que la gente lo tenga como un «Mumin», a los ojos de Dios será un incrédulo, porque él de hecho no ha entrado realmente en el convenio que de acuerdo con el Corán es la esencia del «Imán».
Si un hombre no use sus poderes y recursos en el modo que Dios ha prescrito pare él, y en lugar de eso los use en propósitos que Dios ha prohibido, muestra claramente que no ha empeñado su vida y su propiedad a Allah, o que incluso después de habérselos empeñado a El, (él) falsifica su empeño con su conducta.
- Esta naturaleza de «Imán» es lo que trace el modo de vida Islámico distinto de, más que eso, completamente opuesto, al modo de vida no Islámico. Un Musulmán, que tienes verdadera creencia (fe) en Allah, trace cada aspecto de su vida subsiguiente a la voluntad de Allah, su vida entera es obediencia y sometimiento y nunca se comporta de un modo arrogante o autónomo, excepto en un momento de olvido.
Y después de un lapso tal, tan pronto como llega a ser consciente de ello, de nuevo se vuelve a dirigir (a si mismo) a su Señor y se arrepiente de su error.
Similarmente un grupo de gente o una sociedad que se componga de verdaderos Musulmanes no pueden nunca separarse de la Ley de su Señor. Su orden politico, su organización social, su cultura, su sistema económico, su sistema legal y su estrategia internacional tienen que estar todas en armonía con el-Código de Guía revelado por Allah y no tienen, en modo alguno, que contravenirlo. Y si alguna vez por error u omisión alguna infracción es cometida, al derse cuenta tienen que corregir esto inmediatamente y regresar sin dilación alentado de sometimiento a la Ley de Dios. Es el camino de los incrédulos sentirse libres de la Guía de Dios comportarse como dueños de si mismos.
Quienquiera que adopte tal sistema incluso a pesar de que pueda llevar un nombre similar a ese de un Musulmán, está hollando en el camino satánico y está siguiendo el camino de los incrédulos.
- La voluntad de Dios, que al hombre le es obligatorio seguir, es aquella que Dios Mismo ha revelado pare la Guía del hombre. La voluntad de Dios no puedeser determinada por el hombre mismo. Dios Mismo la anunció claramente y no hay ambigüedad sobre ella. Por tanto, si una persona o sociedad es honesta y firme en su contrato con Allah, tiene que moldear escrupulosamente su vida enterada acuerdo con el Libro de Dios y la «Sunna» (el comportamiento del Profeta la paz y bendiciones de Dios sean con él).
Una pequeña reflexión nos mostrará que estos aspectos y estipulaciones están lógicamente implícitos en el contrato y también está claro partir de la discusión anterior, el por qué el pago del «precio» ha sido pospuesto hasta la vida después de la muerte.
El Paraíso no es la recompense por la «mera declaración» del pacto, sino que es la recompense por la fiel «ejecución» del contrato. Y a menos que el contrato sea totalmente cumplido y el comportamiento en la vida actual del «vendedor» cumpla con los términos del contrato, no llega a tener derecho a la recompense. Siendo así que el acto final de «yenta» solo es concluido en el último momento de vida del vendedor, y por tanto es natural que la recompense deba serle dada en la otra vida.
Hay otro punto significativo que emerge del estudio del verso citado anteriormente cuando es elido con referencia a su contexto.
Los versos que le preceden hacen referencia a la gente que declaró «Imán» y prometió una vida de obediencia, pero cuando vino la hora de la prueba, se mostraron sin fuerzas pare la tarea. Algunos fueron negligentes a la llamada de la hora y traicionaron la cause. Otros hicieron una jugada de hipocresía y rechazaron sacrificar sus vidas y sus riquezas a la cause de Allah.
El Corán después de exportar a estas gentes y criticar su insinceridad trace claro que «Imán» es un contrato, una forma de préstamo entre el hombre y Dios. No solo consiste en una mere declaración de creencia en Allah. Es un reconocimiento del hecho de que solo Allah es nuestro Señor, Soberano y Dirigente y que todo lo que el hombre tiene incluyendo su propia vida, pertenece a El y tiene que ser usado de acuerdo con Sus directivas. si un Musulmán adopta un curve contrario, él es insincero en su profesión de fe (creencia).
Verdaderos creyentes son solo esos que realmente han vendido sus vidas y todo lo que poseen a Dios y que siguen sus Dictados en todos los campos de actividad. Ellos arriesgan todo en obediencia a los mandatos de Dios, y no se desvían ni una pulgada del camino de lealtad a Dios. Solo estos son los verdaderos creyentes.
Esta discusión aclara que el Islam comienza con el establecimiento de l as líneas apropiadas sobre las que la relación del hombre con su Dios va a cultivarse; su vida entera individual y social es un ejercicio pare desarrollar y fortalecer esta relación.
«Imán» el punto de partida de nuestra transacción de la vida (Din), consiste en la aceptación de esta relación con el intelecto y la voluntad del hombre; e «Islam», es la sumisión en la práctica, el modo de someterse a la voluntad de Dios, en todos los aspectos de la vida y del comportamiento.
Ahora estamos en una posición pare echar un vistazo sobre el proyecto de vida que el Islam concibe. Este esquema -el código de conducta- es conocido como la Shari'ah. Sus fuentes son el Corán y la Sunnah del Profeta (la paz y bendiciones de Dios sean con él).
El Libro Final de Dios y el Mensajero Final se alzan hoy como los depositarios de esta verdad, e invitan a la totalidad de la humanidad a aceptar la verdad.
Dios todopoderoso ha dotado al hombre con libre albedrío en el dominio moral, y es a este libre-albedrio que ésta aceptación trace referencia. Consecuentemente es siempre un acto de volición y no de compulsión Quienquiera que esté de acuerdo en que el concepto de la Realidad establecida por el Profeta (la paz y bendiciones de Dios sean sobre él) y el Generoso Libro, es verdad debe dar un paso adelante y someter su voluntad a la voluntad de Dios. Es esta sumisión que es llamada «Islam», la fructificación de la creencia («Imán») en la vida práctica, y esos que así lo hacen, es decir quienes de su propio libre albedrío, aceptan a Dios como su soberano, y se someten a Su Divina voluntad y secomprometen a regalar sus vidas de acuerdo con sus mandatos son llamados «Musulmanes».
Todas esas personas que así se someten a la voluntad de Dios, son soldados (unidos) a una comunidad y así e como la «Sociedad Musulmana» entra en existencia.
Por tanto, esta es una sociedad ideológica, un, sociedad radicalmente diferente de esas que están fundadas en las bases de razas, color o territorio. Esta sociedad es el resultado de una elección y un esfuerzo deliberado; es el resultado de un contrato que ocurre entre los seres humanos y su Creador. Quiénes entran en este pacto, se comprometen a reconocer a Dios como su Soberano, Su Guía como suprema, y sus Mandatos, como Ley absoluta. También se comprometen a aceptar sin cuestión o dude, Sus clasificaciones de Bueno y Malo, Correcto y Equivocado, Permitido y Prohibido.
Resumiendo, la sociedad Islámica está de acuerdo en limitar su volición a la extensión prescrita por Dios, el Conocedor de todas las cosas. «En otras palabras, es la Voluntad de Dios y no la del Hombre la que es la Fuente primaria de la Ley en una Sociedad Musulmana.»
Cuando existe una sociedad tal, el Libro y el Mensajero prescribieron pare ella un código de vida llamado la «Shariah», y esta sociedad está comprometida a acomodarse a ella en virtud del pacto en el que ha entrado. Es por tanto, inconcebible, que alguna Sociedad Musulmana merecedora del nombre, pudiera deliberadamente adoptar un sistema de vida distinto a la «Shari'ah». Si hiciera eso su contrato estaría «ipso facto», roto y la totalidad de la sociedad se convertiría en «No-Islamica».
Pero tenemos que distinguir claramente entre las acciones equivocadas de cada día o violaciones individuales y una revuelta deliberada contra la «Shari'ah». Lo primero puede no implicar la ruptura del contrato, mientras que lo último no significaría más que ese.
El punto que debería de ser claramente comprendido aquí es que si una Sociedad Islamica consciente resuelve no aceptar la «Shari'ah», y decide decretar su propia constitución y leyes o las presta de cualquier otra fuente con completo desprecio de la «Shari'ah», tal sociedad rompe su contrato con Dios y pierde su derecho a ser llamada Islamica.
Vamos ahora a proceder a comprender el proyecto de vida concebido por la Shari'ah.
Para comprender ese, es esencial que comencemos con una clara concepción de los objetivos y los fundamentos de la «Shari'ah».
El principal objetivo de la «Shariah» es construir la vida humane en las bases de «Marufat» (Virtudes) y limpiarla de «Munkarat» (Vicios). El término «Marufat» señala todas las virtudes y buenas cualidades que han sido siempre aceptadas como «bueno» por la conciencia humane.
Inversamente, la palabra «Munkarat», indica todas las acciones equivocadas y todas las maldades que han sido siempre condenadas por la naturaleza humane como «malo». Resumiendo las «Marufat», (Virtudes) están han armonía con la naturaleza humane y su existencia en general y los «Munkarat» (Viocios), son justamente lo opuesto. La «Shari'ah», da una clara visión de estos «Marufat» y «Munkarat» y los declare como las normas a las que el comportamiento individual y social debería acomodarse.
La «Shari'ah», sin embargo, no limita su función a proveernos solamente con un inventario de virtudes y vicios; nos establece el proyecto entreoye vida en un modo tal que las virtudes pueden florecer, y los vicios, no pueden contaminar y destruir la vida humane.
Para alcanzar este fin, la «Shari'ah» ha aceptado en su proyecto todos los fracturas que fortalecen el crecimiento del bien y ha recomendado pasos pare apartar los impedimentos que puedan evitar su crecimiento y desarrollo. Este proceso ocasiona una serie de «Marufat» auxiliares consistentes en las causes y los medios que inician y alimentan el bien, y aún otra serie de «Marufat» consiste en los mandatos prohibitorios en relación con esas cosas que actúan como preventivos o impedimentos del bien. Similarmente, hay analista de «Munkarat» auxiliares que pueden iniciar o permitir el crecimiento del mal.
La «Shari'ah» moldea la sociedad Islamica de un modo conducente al-crecimiento sin trabas del bien, la virtud y la verdad en cada esfera de la actividad humane, y da rienda. suelta a las fuerzas del bien en todas direcciones. Y al mismo tiempo aparta todos los impedimentos en el camino de la virtud. Junto a esto, intenta extirpar los males de su proyecto social prohibiendo el vicio, impidiendo las causes de su aparición y crecimiento, cerrando las entradas a través de las que se desliza en una sociedad y a través de adoptarmedidas contrarrestasteis pare detener su acontecimiento.
La observancia de lo obligatorio (Ma'rufat), es forzoso en una sociedad Musulmana y la «Shari'ah» ha dado claras y comprometedoras direcciones acerca de ellos. Las Ma'rufat recomendadas, son esas que la «Shari'ah» quiere que una sociedad Musulmana debería observar y practicar.
Algunas de ellas nos han sido muy claramente pedidos, mientras que otras nos han sido recomendadas por implicación y conclusión de los Dichos del Profeta (la paz y bendiciones de Dios sean son él), Junto a esto, arreglos especiales han sido hechos pare el crecimiento y el estimulo de algunos de ellos en el proyecto de vida anunciado por la «Shari'ah». Otros aún han sido simplemente recomendados por la «Shari'ah» dejando a la sociedad o a sus elementos más virtuosas. el mirar por su promoción.
Esto nos deja con los «Ma'rufat» permitido. Estrictamente hablando, de acuerdo con la «Shari'ah» todo aquelloque no ha sido expresamente prohibido por ella, es un Ma'ruf Permitido (es decir Mubah). No es necesario, en absoluto, que exista un permiso formal sobre ello o que haya sido expresamente dejado a nuestra elección, Consecuentemente la esfera de Ma'rufat permitido es muy amplia, tanto que las cosas específicamente prohibidas por la «Shari'ah» todo está permitido pare un Musulmán.
Y esta es exactamente la esfera donde se nos ha dado libertad y donde podemos legislar de acuerdo con nuestra propia discreción, como acomodar las exigencias y condiciones de nuestra era, manteniéndolas por supuesto, dentro del espíritu general de la «Shari'ah».
Los «Munkarat» (o las cosas prohibidas en Islam) han sido agrupadas en dos categorías: «Haram» (es decir esas cosas que han sido totalmente prohibidas) y «Makruh» (es decir, esas cosas que simplemente no son deseables). Ha sido ordenado a los Musulmanes a través de claros y obligatorios mandatos, abstenerse totalmente de todo aquello que ha sido declarado «Haram». en cuanto a lo «Makruhat» la «Shari'ah» señala su desagrado en algún modo u otro, es decir, ya sea expresamente o por deducción, dando una indicación también delgrado de tal desagrado. Por ejemplo, hay algunos «Makruhat» lindando con lo «Haram», mientras que otros tienen afinidad con los actos que son permisibles.
Por supuesto, su número es muy largo recorriendo entre los dos extremos de acciones prohibidas y permitidas. Por otra parte, en algunos caves explícitos, la «Shari'ah» ha prescrito medidas pare la prevención de «Makruhat», mientras que en otros se han dejado tales arreglos a la discreción de la sociedad o del individuo.
La «Shari'ah», por tanto prescribe directivas pare la regulación de nuestra vida individual así como colectiva. Estas directivas tocan temas tan variados como ritos religiosos, asuntos sociales y económicos, administración derechos y deberes de los ciudadanos, sistema judicial, leyes de guerra y paz y relaciones internacionales. En resumen, abarca todos los varios departamentos de la vida humana. Estas directivas revelan lo que es malo y bueno; lo que es beneficioso y útil y lo que es pernicioso y dañino; cueles son las virtudes que hemos de estimular y cuáles son los males que hemos de suprimir y guardarnos contra ellos. Cuál es la esfera de nuestra acción, sin trabas, personal y social y cuáles son sus limites; y finalmente, qué caminos y medios podemos adoptar para establecer una sociedad con un orden así deDinámico y qué métodos deberíamos de evitar. la «Shari'ah», es un proyecto completo divida y un orden social que abarca todas las cosas, no hay nada superfluo, no falta nada.
Otro rasgo notable de la «Shari'ah», es que es una totalidad orgánica. todo el proyecto de vida propuesto por Islam está animado por el mismo espíritu y por tanto, cualquier división arbitraria del proyecto terminará dañando el espíritu como también la estructura del orden Islámico. A este respecto, puedo ser comparado al cuerpo humano que es una totalidad orgánica. Una pierna arrancada del cuerpo no puede ser llamada un octavo o un-noveno de hombre, porque después de su separación del cuerpo humano viviente la pierna no puede realizar su función humana.
Ni puede ser puesta en el cuerpo de algún otro animal con alguna esperanza de hacerle humano en la extensión de ese miembro.
Del mismo modo no podemos formarnos una opinión correcta acerca dela utilidad, eficacia y belleza de la mano, el ojo o nariz de un ser humano separadamente, sin juzgar su lugar y función dentro del cuerpo viviente.
Lo mismo puede ser dicho con respecto al proyecto de vida concebido por la «Shari'ah». Islam significa el proyecto entero de vida y no alguna parte o partes aisladas. Consecuentemente, ni puede ser apropiado mirar las diferentes partes de la «Shari'ah» aisladas unas de otras y sin relación con el todo, ni tendrá ninguna utilidad tomar alguna parte en particular y soportarla con cualquier otro «ism». La «Shari'ah», puede funcionar armónicamente y puede demostrar su eficacia solamente si el sistema de vida entero es practicado de acuerdo con él y no de otro modo.
Islam un Modo de Vida capitulo 2
No hay comentarios:
Publicar un comentario