Los pueblos fulani (también conocido como fula o peuls) viven en el África occidental. Ellos están entre los pueblos más dispersos y culturalmente más diversos de toda África. El Fulani idioma, también se refiere a pulaar, o fulfulde se habla en Mauritania, Senegal, Malí, Guinea, Burkina Fasso, Níger, Nigeria, Chad, Sierra Leona, Benin, Guinea-Bissau, Sudán, República Centroafricana, Côte d’Ivoire, Ghana, Togo, Liberia, Gabón, Etiopía y otros países. Actualmente hay unos 15 millones de personas Fulani que viven en África, la gran mayoría (alrededor de dos tercios) de los cuales viven en Nigeria. En Gambia, el fula forma un 18% de la población total y son los mayores grupos étnicos después de Madinka.
Los fulas están estrechamente relacionados con Tukulor y son tradicionalmente pastores, pero más tarde algunos grupos pasaron a dedicarse a la agricultura, al comercio. En África Occidental hay más de nueve dialectos, debido a su estilo de vida nómada.
Los Fulani han sido influyentes en la política, la religión y la economía a través de África Occidental durante miles de años, la mayoría de fula eran musulmanes y fueron responsables de la propagación del Islam en toda África Occidental. En el siglo séptimo los fulani se convirtieron en un pueblo distinto y fueron de los primeros en abrazar el Islam y más tarde se convirtieron en propulsores muy activos de la religión en la determinación de difundir la religión a través de la Jihad (Guerra Santa), en particular por Othman Dan Fodio (nacido en 1754) en el norte de Nigeria.
El origen de los fulani sigue siendo un misterio. Sin embargo, debido a su piel clara, algunos historiadores creen que vinieron de Egipto, otros creen que proceden de Libia y los países del norte de África. Hay diferentes versiones extraídas de otras investigaciones sobre los orígenes de los Fulani. Una hipótesis es que fueron los caucásicos o semitas que habían cruzado el Sahara y entraron en la región de África Occidental. La otra hipótesis es que se originaron en las cuencas bajas de Senegal y Gambia, como resultado entre el matrimonio entre los bereberes del Sahara y los Serer y wolof.
Los parlantes de fula escriben su lengua en carácteres árabes (ajami) como mínimo desde el siglo XVIII. Esta escritura “ajami” todavía es utilizada actualmente, sobretodo en Foûta Djallon (Guinea).
Después de las Independencias nacionales, algunos intelectuales africanos intentaron suprimir el analfabetismo mediante la enseñanza de las lenguas africanas. Este interés llevó a un encuentro de expertos en Bamako en el año 1966 bajo la UNESCO. En esta reunión se determina entre otras cosas, una transcripción unificada del fula en carácteres latinos.
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