El principal fundamento del Islam es la creencia en este único Dios. Allah no nació y nunca morirá, porque es una contradicción directa que el creador de todo se haya creado a sí mismo. Allah no se parece a nada que podamos imaginar o ver, como nos lo explica el siguiente capítulo del Corán:
“Di [¡Oh, Muhammad!]: Él es Allah, la única divinidad. Allah es el Absoluto [de Quien todos necesitan, y Él no necesita de nadie]. No engendró, ni fue engendrado. No hay nada ni nadie que se asemeje a Él”. (Corán 112:1-4)
No tiene sentido y es irracional el inclinarse y postrarse ante algo que el el hombre ha creado con sus propias manos. Al principio de los tiempos, uno de los primeros pecados más graves en aparecer fue asociar copartícipes con Allah al hacer ídolos para adorar, diciendo que ellos eran Allah, o hijos de Allah, o intermediarios ante Allah.
“Allah no perdona que se Le asocie nada; pero fuera de ello perdona a quien Le place. Quien asocie algo a Allah comete un gravísimo pecado”. (Corán 4:48)
El fundamento de la creencia islámica es que Allah no tiene hijos ni intermediarios. Él envió profetas solo para guiar a la humanidad, y ellos fueron solamente hombres. Allah nos guía a dirigirnos solamente a él en oración, sin necesidad de una jerarquía en la religión. Rezarle a alguien más, como a un predicador o a un santo, para pedirle ayuda o apoyo, es ajeno al Islam. Las oraciones y las súplicas son algo muy personal entre el creyente y su Señor, Allah.
“Allah no os ordena que toméis como divinidades a los Ángeles y a los Profetas. ¿Es que iba a ordenaros que fuerais incrédulos después de haberos sometido a Él?”. (Corán 3:80)
Adorar algo que alguien ha creado con sus propias manos o adorar a otro ser humano nunca podrá traer paz al alma, aunque la necesidad de adorar y reverenciar está arraigada dentro de cada ser humano. En el Islam nosotros escogemos adorar a un solo Dios, Allah; y en Su sabiduría ha decidido informarnos de Sus nombres y atributos, para que así podamos comprenderlo mejor. A continuación algunos ejemplos de Sus atributos:
Allah es El Creador de todo, El Sustentador de todo lo que ha creado; El Omnioyente, Omnividente y Omnisapiente. Su conocimiento es perfecto, incluye el pasado, el presente y el futuro, ya sea secreto o no. Él es El Graciabilísimo, El Más Misericordioso y El Más Benefactor. Él es el único Autosuficiente y Eterno, nunca necesita dormir o tomar ningún descanso. No tiene socios, hijos o padres, y toda adoración debe ser dirigida solamente a Él. Él es El Artífice de la Belleza, El Creador de lo bueno, Él es La Luz y La Guía.
“Él es Allah, no hay otra divinidad salvo Él, Soberano, Santísimo, Pacificador, Dispensador de seguridad, Celador, Poderoso, Compulsor y Soberbio. ¡Glorificado sea Allah! Él está por encima de lo que Le atribuyen. Él es Allah, Creador, Iniciador y Formador. Suyos son los nombres [y atributos] más sublimes. Todo cuanto existe en los cielos y en la Tierra Le glorifica. Él es Poderoso, Sabio”. (Corán 59:23-24)
Ar-Razaq (El Proveedor)
“Diles: Venid que os informaré lo que vuestro Señor os ha prohibido: No debéis asociarle nada y seréis benevolentes con vuestros padres, no mataréis a vuestros hijos por temor a la pobreza, Nosotros Nos encargamos de vuestro sustento y el de ellos (…)” (Corán 6:151)
Al Gafur (El Perdonador)
“Ciertamente Yo soy Remisorio con quienes se arrepienten, creen, obran correctamente y perseveran en el sendero recto”. (Corán 20:82)
Al Qayum (El Sustentador)
“Allah, no hay otra divinidad salvo Él, Viviente, se basta a sí mismo y se ocupa de toda la creación”. (Corán 3:2)
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