El Libro de Al-lah es la lluvia que hace brotar la verdadera vida sobre la tierra.
Doy testimonio que no hay nada ni nadie que merezca ser adorado, sino solamente Al-lah, Quien no tiene copartícipes ni iguales; el Señor de los Mensajeros, el Creador de los cielos y la tierra. Doy testimonio que Muhammad es Su siervo devoto y Su Mensajero enviado con el Libro Evidente, el cual separa la guía del desvío, el engaño de la virtud, y las conjeturas de la certeza.
Al-lah Reveló el Libro (el Sagrado Corán) para que nosotros lo leamos y reflexionemos sobre él con cuidado y atención; para enriquecer nuestras almas con su recuerdo; para transmitirlo con los mejores modales; para confirmarlo y esforzarse por establecer sus comandos y prohibiciones; para cosechar los frutos de su precioso conocimiento, que es nuestro camino hacia Al-lah y para recoger de sus jardines.
Debido a que este es el Libro de Al-lah, y de nadie más, es que puede guiar a quienes Lo buscan. Este es el camino que lleva a los viajeros hacia Al-lah. Esta es Su luz brillante que ilumina la oscuridad de la incertidumbre y la incredulidad. Esta es Su misericordia de guía y una fuente de felicidad para toda la creación. Este es el puente que conecta a Sus fieles con ÉL cuando todo lo demás falla. Esta es la gran puerta hacia Él que permanece abierta, cuando todo lo demás está cerrado. Este es el camino recto que no está contaminado por las opiniones de los mortales. Este es el recuerdo lleno e sabiduría que no está influido por los deseos. Esta es la revelación sagrada que contiene la sabiduría que los sabios no pueden abarcar. Sus maravillas nunca terminan, su fertilidad es ilimitada, sus señales no se han agotado, y sus afirmaciones nunca se contradicen.
Cuanto más el alma se sumerge en sus profundidades, más aumenta su visión y guía. Esta es la cura para las enfermedades del corazón que padece la humanidad. Es vida para los corazones y placer y resplandor para las almas. Es el heraldo que llama día y noche: “Oh, buscadores del bien, apresúrense hacia mí”.
Es la voz que llama hacia la fe desde el sendero recto, diciendo (lo que se interpreta en español): {¡Oh, pueblo nuestro! Si obedecéis al Mensajero de Al-lah y creéis en él, vuestro Señor os Perdonará las faltas y os Salvará de un castigo doloroso.} [Corán 31:46]
El Corán es la gran bendición de Al-lah sobre nosotros. Es el cumplimiento de Su promesa a Al-lah y a sus descendientes, como Al-lah, el Todopoderoso, Dice (lo que se interpreta en español): {Dijimos: ¡Descended de él [y habitad vosotros y toda vuestra descendencia en la Tierra]! Cuando sea que os llegue de Mí una guía, quienes sigan Mi guía no temerán ni se entristecerán.} [Corán 2:38]
Esta es la única arma para luchar contra las fuerzas del mal y la tentación en este mundo. Es el único medio para vender nuestros temores y ansiedades. Es la única luz que nos ilumina cuando andamos en tinieblas, con la cual encontramos nuestro camino hacia el éxito y la salvación. Es la única cura para nuestras enfermedades internas, así como las enfermedades sociales que nos rodean. Es el recuerdo constante de nuestra verdadera naturaleza y destino, de nuestro estado y nuestros deberes.
¡Pero cuidado! Los deseos han apagado las lámparas de los corazones, y las opiniones de los humanos mortales han cerrado las puertas de la guía Divina y han perdido las llaves. Los corazones están repletos de la herrumbre de lo que se han ganado, tanto así que no encuentran las realidades del Corán que se abre para ellos. Las cargas de la ignorancia están tan firmes que su conocimiento no resulta en buenas acciones.
¡Ay de ustedes! ¿Cómo es que han alimentado sus corazones con esas opiniones vanas que contradicen el Corán y la Sunnah (las enseñanzas del Profeta), que ni lo satisfacen ni calman su sed? ¡Por eso ahora sus corazones no aceptan el alimento de la Palabra del Señor de los mundos, ni el mensaje de Su eminente Mensajero!
¿Cómo van a encontrar su camino en la oscuridad de las conjeturas y las opiniones de los mortales para poder distinguir claramente el bien del mal, cuando han cerrado sus ojos a la luz del Libro de Al-lah y al camino del Mensajero?
¡Ay de ustedes! ¿Cómo han adulterado las opiniones correctas con las desviadas, y las aceptables con las rechazadas, y han hecho que sus almas no puedan recibir la guía y el conocimiento del Libro que es inmune a la falsedad de todas las direcciones?
Por Al-lah, esta es una prueba que ha cegado los corazones a las fuentes de virtud y ha desviado las mentas de sus objetivos.
El libro de Al-lah es la frescura de los ojos por la cual compiten los competidores, la meta por la cual luchan los contendores.
¿Cómo puedes seguir en la oscuridad bajo el sol radiante?
¿Cómo puedes perder tu camino bajo la brillante constelación?
¡Glorificado sea Al-lah, el Exaltado!
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