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miércoles, 30 de enero de 2013

EL RECUERDO DE ALLAH Y LA INVOCACIÓN





ADZ-DZIKR WA AD-DU'Â

EL RECUERDO DE ALLAH Y LA INVOCACIÓN


Ash-Shaij Muhammad ash-Sharaf
'Alim de Al-Açhar

Traducción 'Omar al-Yirundí

  Bismil·lahi r-Rahmâni r-Rahîm

La invocación y el Dzikr en el Glorioso Corán y la Sunna del Rasûl (sallallahu 'alaihi wa sállam)

         No sólo de pan vive el hombre, se dice popularmente. Hay otro alimento que contribuye a su equilibrio y asegura la plenitud de su ser. Este equilibrio y plenitud tienen su origen en el Islam, y son el dzikr, el Recuerdo de Allah, y el du'â, lainvocación.
         En el Islam, la invocación y el Recuerdo de Allah son los orígenes de la estabilidad y la dulce tranquilidad frente a las circunstancias y dificultades de la vida. En nuestra época la cultura se ha generalizado, los conocimientos humanos se han extendido; ofrecen a la persona a partir de su situación medios de expansión y distracciones diversas. A pesar de todos estos medios, hay que constatar un aumento de los problemas nerviosos, la complejidad de los problemas, la generalización de los enfrentamientos y la ceguera ante Allah.
         Numerosas son las causas que están en el origen de este síndrome, el desgarro de los corazones devastados, el rechazo a vincularse a Allah, de aferrarse a Él y de descansar en Él. La negligencia de los apáticos para llamar a Allah no hace más que interponerse en su camino hacia la verdad. El du'â de palabra, que se traduce en la sumisión y la humildad de los corazones, mediante la ternura de los órganos, contribuye a dirigir a la persona hacia el Camino Recto, a hacerle comprender la sumisión que se le atribuye por esencia al establecer su nivel de dignidad cercano al de los Justos, de manera que esta persona se someterá a Allah con mansuetud y convicción, con confirmación, verdad y sinceridad. Mediante la presencia de su Creador Todopoderoso, se abocará a los preceptos de la Shari'a en lo permitido y lo vedado, se someterá en cuerpo y alma a la Orden de Allah, y gozará del descanso y de la dulce tranquilidad y se abandonará al destino del Señor, perseverando ante cualquier difamación, crisis y calamidad. Entonces la persona será lúcida, y adquirirá un estado de despertar espiritual permanente y un autocontrol total.
         Allah mediante Su Palabra nos incita a recordarle y a multiplicar nuestras invocaciones:

"¡Vosotros que tenéis îmân! Recordad a Allah recordándole mucho, y glorificadle mañana y tarde" (Sûrat al-Ahçâb, 41-42).
"Así pues, recordadme que Yo os recordaré, y agradecedme y no seáis ingratos conmigo" (Sûrat al-Báqara, 152).

         En un dicho puro atribuido a Allah (hadiz qudsí), transmitido por los imames al-Bujâri y Múslim, Allah nos colma de sus bendiciones y nos dice:

"Me comporto a partir de la opinión que mi servidor se hace de Mí, y estoy con él en la medida en que se acuerda de Mí, si él me invoca en su propia persona, yo lo invocaré en Mí, y se me invoca en medio de una muchedumbre, yo lo invocaré en medio de una muchedumbre mucho más noble. Si se acerca a Mí un palmo, me acercaré a él un codo. Si se acerca a Mí un codo, me acercaré a él un paso, y si se acerca a Mí un paso, iré a su encuentro al galope".

         Con este hadiz no podemos hacer más que admirar la recompensa de las bendiciones que el Señor avanza a aquellos que son guiados a Él.
         El du'â y el dzikr están a la cabeza de las buenas acciones; por este motivo el Profeta Muhammad (sallallahu 'alaihi wa sállam) recorría a los du'âs en toda circunstancia y nunca dejó de recomendar a la gente que los hiciera. Una vez dijo a un hombre: "Mantén tu boca fresca mediante el dzikr".
         El dzikr engloba toda obra que se hace por Allah, y consiste en recordar al hombre los innumerables favores y privilegios que Allah ha concedido al ser humano.
         Las invocaciones y alabanzas a Allah obedecen a las siguientes recomendaciones:

·                     Meditación o recitación del Corán:

Sin duda, recitar el Corán al-Karim es la cumbre del dzikr, puesto que recuerda al mûmin la grandeza y la magnificencia de su Señor, Su mérito y Su dignidad. Reestablece el vínculo con Allah sobre la base de la diligencia y del temor, mediante la reflexión sobre la eternidad del Creador y Su disposición en el universo. El Corán es un relato para despertar y orientarse hacia el Camino Recto.

·                     El Salât:

Se trata de un acto obligatorio. El mûmin se recogerá asiduamente, con constancia y sobriedad en el servicio a Allah, inclinado y prosternado recitando la palabra de Allah, cantando Su Gloria. Los cinco momentos diarios del salât son por esencia los momentos de alimento espiritual, los momentos en que se pone en Presencia de su Creador Todopoderoso, alejado de las villanías y los actos desaprobados por Allah, que comportan el sobrecogimiento y la sumisión a la Grandeza y la Majestad del Creador.

·                     La servidumbre a Allah por encima de todo:

Mediante el amor verdadero a Allah, el individuo desdeña el placer limitado de la vida, y sacrifica su alma y sus bienes para servir a Su Creador, e invertirá su fortuna en las directivas de Allah, seguro de su compromiso, convencido que sus bienes no son más que pruebas y medios ofrecidos por Allah para una contienda justa, y que los cambiará a su siervo por el Jardín. Así lo confirma Allah en el Corán:

"Es cierto que Allah les ha comprado a los mûminín sus personas y bienes, a cambio de tener el Jardín (...)" (Sûrat at-Tawba, 111).

         Allah ha ordenado también al musulmán que sea perseverante en los momentos difíciles, y que multiplique su Dzikr creyendo en la veracidad de Su promesa.

·        Entre los recuerdos, insistimos en el estado de firmeza del musulmán ante la llamada de sus deseos, de su pasión y de los susurros del Shaytân. Cuando la persona se da prisa en cometer una torpeza o una desobediencia cualesquiera, la virtud del îmân lo pondrá en guardia contra las consecuencias de la desviación, y lo preservará de salir de los límites del Islam, por temor al castigo del Todopoderoso reservado a los desobedientes. Así el mûmin se aparta de cualquier iniquidad y se dirigirá directamente hacia la obediencia de su Creador. De esta manera Allah nos aclara esta situación:

"Nada más, ciertamente: son mûminín aquellos cuyos corazones se sobrecogen cuando se menciona a Allah, y cuando sus aleyas les son recitadas, lo que les hace crecer el îmân, y ponen su esperanza en su Señor" (Sûra , 2).

·        El fundamento del Dzikr es el conocimieto de Allah con sus Más Bellos Nombres y Sus Nobles Atributos que guían al mûmin hacia la moral islámica, porque no hay más moral que la que viene de Allah, la cual perfectamente seguida por el mûmin, cada vez es más deseada por el mismo. ¿Cómo el siervo podrá no ser indulgente con todas las criaturas, cuando sabe que Allah es el Más Misericordioso? ¿Cómo podrá ignorar la justicia y la equidad en todas sus acciones cuando sabe que Allah es el Justo? ¿Cómo podrá evitar ser excelente y generoso después de saber que Allah es el Excelente y el Más Generoso? ¿Cómo podrá admirar la constancia de Allah y no mejorar su perseverancia y paciencia?

         El Dzikr es un excelente medio para conseguir tener la conciencia perfecta de Allah, una verdadera pasarela para el disfrute de la confianza, la serenidad cerca del Señor y la iniciación a la moral inefable que nos ha prescrito.
         Nuestro Profeta (sallallahu 'alaihi wa sállam) se distinguió en toda su vida por su du'â y su dzikr, cuando se despertaba y se dormía, cuando caía enfermo y cuando se reponía, antes y después de las comidas, cuando llovía o soplaban los vientos, cuando entraba en la casa y en la mezquita y cuando salía de ellas, en cada prueba dolorosa o en circunstancias felices, etc.
         En este libro hay du'âs y dzikr fijados y establecidos por Sidnâ Muhammad (sallallahu 'alaihi wa sállam) para sucesos concretos. Quien se acuerde de ellos y los transmita, serán para él o ella una ayuda y un apoyo seguro para esta vida y para la otra.
         Recordemos lo que Allah ha dicho:

"Aquellos que se abren a Allah y tranquilizan sus corazones por medio del recuerdo de Allah. ¿Pues acaso no es con el Recuerdo de Allah con lo que se tranquilizan los corazones"  (Sûratu r-Ra'd, 28)

         El dzikr y el du'â son el tema de nuestra exposición. Imploro a Allah para que este humilde esfuerzo sea sincero, y que sea provechoso para todos los hermanos en el Islam, que Él nos guíe. És el Aquel que oye y que entiende.

GENERALIDADES

         Allahu Ta'ala declara en el Generoso Corán:

"Así pues, recordadme, y Yo os recordaré; y agradecedme y no seáis ingratos conmigo" (Sûrat al-Báqara, 152).

         El Recuerdo de Allah del que se habla en esta aleya es en verdad el alimento indispensable en el corazón del mûmin y le incita a vivir constantemente en el temor y la esperanza de su Señor. La negligencia en el Dzikr endurece el corazón del mûmin.
         Al exhortarnos a la multiplicación en la práctica del dzikr, en la segunda cita del Corán, que damos aquí abajo, Allah nos da las razones de ello en estos términos:

"Aquellos que se abren a Allah y tranquilizan sus corazones mediante el recuerdo de Allah. ¿Pues acaso no es con el recuerdo de Allah con lo que se tranquilizan los corazones" (Sûratu r-Ra'd, 28).

"¡Vosotros que tenéis îmân! Recordad a Allah invocándole mucho. Y glorificadle mañana y tarde" (Surat al-Ahçâb, 41-42).

VENTAJAS DEL DZIKR

         El Dzikr es el Camino de la Felicidad y la mejor causa de la victoria, ya que Allah ha dicho al respecto en el Generoso Corán:

"¡Vosotros que os abrís a Allah! Cuando tengáis un encuentro con una tropa, sed firmes y recordad mucho a Allah para que podáis tener éxito"  (Sûrat al- A'raf, 45).

         El Dzikr pone al musulmán en el Camino Recto mediante la imitación del Ejemplo Perfecto (sallallahu 'alaihi wa sállam), tal como lo demuestra la siguiente aleya del Corán:

"Realmente en el Rasûl tenéis un hermoso ejemplo para quien tenga esperanza en Allah y en el Último Día y recuerde mucho a Allah" (Sûrat al-Ahçâb, 21).

         El Dzikr incita a volver a Allah y a la sinceridad con el Mismo después de haber cometido una falta, prueba de ello son estas aleyas:

"Aquellos que cuando cometen una torpeza o son injustos consigo mismos, piden perdón a Allah y piden perdón por sus faltas -porque, ¿quién perdona las faltas sino Allah?- y no reinciden en lo que hicieron, después de saberlo / Esos tienen como recompensa un perdón de su Señor y jardines por los que corren los ríos. En ellos serán inmortales. ¡Qué excelente recompensa para los que actúan" (Sûrat 'Ali Imrán, 135 y 136).

         El Dzikr expulsa la inquietud del alma y tranquiliza el corazón, como declara Allah en el Corán:

"Los que se abren a Allah y tranquilizan sus corazones por medio del Dzikr. ¿Pues acaso no es con el Dzikr con lo que se tranquilizan los corazones?" (Sûratu r-Ra'd, 28).

         El Dzikr permite conseguir la satisfacción de Allah, impide cometer actos reprobables y protege del Shaytân, como dice la aleya en la que Allah dice que:

"(...) es cierto que el salât impide la indecencia y lo reprobable. Pero el recuerdo de Allah es mayor, y Allah sabe lo que hacéis" (Sûratu l-'Ankabût, 45).

         El Dzikr da la esperanza de una enorme recompensa de Allah, como lo asegura esta aleya del Corán:

"(...) a los que recuerdan mucho a Allah y a las que recuerdan, Allah les ha preparado una enorme recompensa" (Sûratu l-Ahçâb, 35).

         El Dzikr despierta la conciencia y vivifica el corazón del mûmin. A este respecto, citemos el hadiz siguiente de Sidnâ Muhammad (sallallahu 'alaihi wa sállam) transmitida por Abû Mûsà (radi Allahu 'anhu):

"Hay quien se acuerda de Allah y quien no lo hace como un vivo y está muerto".

         El Día del Juicio, el musulmán que habrá recordado más a Allah será el más cercano al Mismo, como transmite Abû Sa'id al-Judri (radi Allahu 'anhu) que respondió así a una persona:

"-¿Cuáles serán los siervos más cercanos a Allah el Día del Juicio Final?
-Aquellos que se habrán acordado más de su Señor", declaró Sidnâ Muhammad (sallallahu 'alaihi wa sállam).

         El musulmán que se acuerda de Allah consigue Su Amor.

"¡Ya Rasûlullah! ¡Dame un consejo!, dijo un día Umm Ânas.
Abandona la desobediencia a Allah, porque es la mejor taqwâ; observa firmemente los actos obligatorios, porque es el mejor esfuerzo contra el propio nafs, y multiplica el Recuerdo de Allah, porque nada de lo que hagas podrá atraer hacia ti tanto el Amor de Allah como la multiplicación del Dzikr".

         El Dzikr borra las faltas, como dice este hadiz transmitido por Ânas ibn Málek:

"No se forma ningún grupo para recordar a Allahu subhanahu wa Ta'ala, únicamente por Su Faz, sin que un ángel clame: levantaos con vuestras faltas perdonadas y vuestras malas acciones cambiadas en buenas obras".

         El Paraíso es la recompensa de aquél que hace Dzikr.
         Abdullah ibn 'Omar dijo: "Pregunté al Profeta Muhammad (sallallahu 'aleihi wa sállam) sobre cuál era el beneficio del Dzikr realizado en grupo. - Es el Yanna, me dijo".

         Aquellos que se reúnen para hacer Dzikr ganan muchos favores de Allah, como lo prueba el hadiz transmitido por Abû Sa'îd al-Jodri y Abû Hurayra:

"No hay ningún grupo de hombres sentado que haga Dikr que no esté rodeado de ángeles, cubierto por la Misericordia de Allah y sobre el cual no descienda la paz".

         Preguntaron al Profeta Muhammad (sallallahu 'alaihi wa sállam):

"¿Cuál es el mejor acto? -Que no dejes de refrescar tu lengua con el Dzikr hasta el momento en que la muerte te sorprenda", respondió.

LOS MEJORES TIEMPOS PARA PRACTICAR EL DZIKR

         La práctica del Dzikr está recomendada en todo momento como lo indican las siguientes aleyas coránicas:

"Así pues, ¡glorificado sea Allah! cuando entra la tarde y cuando amanece / Suyas son las alabanzas en el cielo y en la tierra. Y glorificado sea en la tarde y cuando cae el mediodía" (Sûrat ar-Rûm, 17 y 18).

"Ten pues paciencia porque la promesa de Allah es verdadera y pide perdón por tus faltas y glorifica a tu Señor con las alabanzas que le son debidas por la tarde y de madrugada" (Sûra Ghafir, 55).

"(...) Y glorifica a tu Señor con Su alabanza cuando te levantes / Y glorifícalo durante parte de la noche así como al ocultarse las estrellas" (Sûrat at-Tûr, 48 y 49).

         A pesar de todo, hemos de precisar que determinados momentos son más indicados para el Dzikr y el du'â, porque tienen una recompensa y una aceptación mayores en esos momentos.
         Esos tiempos son, entre otros, durante la noche y en su último tercio. Sobre esto, tenemos el hadiz transmitido por 'Amr ibn 'Absa:

"El mûmin se acerca más a Allah durante la noche, particularmente en su último tercio. Si podéis contaros entre los que se acuerdan de Allah en ese momento, hacedlo".

Los demás mejores momentos son:

-durante el amanecer y el ocaso
-después de hacer el wudzû
-después del salât
-los diez primeros días de Dhu l-Hiÿÿa
-durante el tawâf
-el día de 'Arafa
-durante el mes de Ramadán y especialmente en la noche de Laylatu l-Qadr
-durante el suÿud, que es cuando el musulmán está más cercano a su Señor.

NECESIDAD DEL DZIKR
         Para el mûmin deseoso de su salvación, el Dzikr es una necesidad vital, una práctica indispensable a la cual no podrá renunciar jamás. Se vincula pues a una atmósfera marcada por la presencia de Allah y esto en todas las manifestaciones de la vida.
         El abandono del Dzikr tiene por efecto el endurecimiento del corazón del mûmin y librarse sin freno a los susurros del Shaytân. Es por ello que Allahu Ta'ala ha ordenado a Su Profeta (sallallahu 'alaihi wa sállam) a buscar la compañía de aquellos que se acuerdan de Él:

"Y sé constante en la compañía de aquellos que invocan a su Señor mañana y tarde anhelando Su Faz, y no apartes tus ojos de ellos por deseo de la vida en este mundo ni obedezcas a aquel del que hemos hecho que su corazón esté descuidado de Nuestro Recuerdo, y sigue su pasión y su asunto está desbocado" (Sûra Kahf, 28).

"Y al que está ciego para el Dzikr del Rahmân le asignamos un demonio que se convierte en su compañero inseparable" (Surat aç-Çuhrûf, 36).

         El Profeta Muhammad (sallallahu 'alaihi wa sállam) dijo por su lado:

"El signo del amor de Allah es amar el Dzikr, y el signo del aborrecimiento de Allah es aborrecer el Dzikr"

ACTITUD A MANTENER DURANTE EL DZIKR
         Cuando el mûmin hace el Dzikr de la manera conveniente, su corazón se tranquiliza, su alma se purga, su conciencia se despierta y la luz de Allah lo cubre.
         Dado el valor inestimable del Dzikr, el objetivo deseado sólo puede ser alcanzado por una participación real y sincera de la lengua y el corazón. Es preferible decir el Dzikr con humildad y en voz baja, pensando en el sentido de las palabras pronunciadas.
         Respecto a esto leed estas palabras de Allah:

"Y recuerda a tu Señor en ti mismo, humilde, con temor de Él sin subir la voz, al comenzar y terminar el día. Y no seas de los negligentes" (Sûrat al-A'raf, 205).
        
         El mûmin y el lugar dónde se pronuncia el Dzikr tienen que estar limpios, y en la medida de lo posible hay que orientarse hacia la alquibla.
         En principio, las palabras del Dzikr tienen que provenir del Corán al-Karim y de la Sunna, preferibles a cualquier otra fórmula rechazable sistemáticamente, sea cual fuere su origen.
         El empleo de perfume, incienso y similares son recomendables durante el Dzikr, ya que los ángeles asisten al mismo.


CLASES DE DZIKR

        Dados los múltiples aspectos del Dzikr, se pueden distinguir varios tipos:

1.         Meditación sobre la Creación de Allah.

Leamos sobre esta cuestión la invitación que al respecto nos hace el Generoso Corán:

"Es cierto que en la creación de los cielos y la tierra, y en la sucesión del día y de la noche, hay signos para los que saben reconocer la esencia de las cosas / Los que recuerdan a Allah de pie, sentados y acostados y reflexionan sobre la creación de los cielos y la tierra: ¡Gloria a Ti! Presérvanos del castigo del fuego" (Sûra Âli Imrán, 190-191).

2.         Enseñanza y aprendizaje del Dîn.

Un hadiz del Profeta Muhammad (sallallahu 'alaihi wa sállam) nos dice a este respecto que:

"Allah y sus ángeles, los habitantes de los cielos y de la tierra, desde la hormiga en su agujero hasta la ballena, todos piden las bendiciones de Allah para aquel que enseña a las gentes".

Abû Umâma cuenta que el Profeta (sallallahu 'alaihi wa sállam) dijo:

"Aquél que se despierte por la mañana y vaya a la mezquita con el único objetivo de enseñar y aprender, tendrá la misma recompensa que por haber hecho el Haÿÿ completo".

3.       El salât.

4.       El istigfâr (pedir perdón a Allahu Ta'ala).*

5.         Proclamar la Grandeza, la Alabanza y la Gloria de Allah.*

Ejemplos: repetir fórmulas como subhanallah, wa l-hamdulillah wa lâ ilâha illallah wa Allahu Akbar y muchas análogas. *

6.         Pronunciar el salât sobre el Profeta (sallallahu 'alaihi wa sállam).*

7.       La lectura y recitación del Corán al-Karîm.

Sin duda es el Dzikr de Allah por excelencia:

"Los que leen el libro de Allah, establecen el salât y gastan de lo que les proveemos en secreto y públicamente esperando un negocio que no tiene pérdida" (Sûrat al-Fatir, 29).

Abû Hurayra nos transmite el hadiz siguiente de Rasûlullâh (sallallahu 'alaihi wa sállam):

" (...) Ningún grupo de hombres se reúne en una casa de Allah para leer y recitar el Libro de Allah sin que los ángeles no los rodeen, sin que la paz descienda sobre ellos y que la Rahma los envuelva; y Allah se recordará de ellos entre los Suyos".

* Comentario del traductor: Respecto a las fórmulas del istigfâr, de glorificar a Allah y de hacer salât 'ala n-nabí hay dos tipos de transmisiones: una, la general, que podemos encontrar en la Sunna para ser practicada por todos los musulmanes, que iremos viendo en este librito, y otra, la particular, que pertenece al método de enseñanza de un maestro espiritual, llamado tarîqa, y que consiste en pronunciar las fórmulas de la Sunna un determinado número de veces para conseguir unos efectos determinados. Las fórmulas de estos maestros necesitan de su permiso para recitarlas, ya que con el mismo se transmite la báraka que tienen asociadas.

2 comentarios:

  1. Hola, mi nombre es Damián. Según sé a Muhammad se le apareció el arcangel Gabriel -para dictarle el Corán-. Mi pregunta es ¿alguna vez el Profeta habló o vió o se entrevistó con Allah???? ¿que dice la tradición musulmana acerca de este tema??
    Desde ya gracias por su respuesta
    Damián

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    1. as-salam aleykum, la paz y bendiciones de Allah esten contigo, buena pregunta, el profeta Muhammad sws durante el viaje y ascención se encontro con Allah y hablaron, mas Allah en revelaciones ya le decia cosas, aqui te pongo unos enlaces para que puedas saber mas.

      http://anderbal.blogspot.com.es/2011/06/el-viaje-nocturno-y-la-ascension-al.html
      http://sirahh.blogspot.com.es/2012/09/relato-del-viaje-nocturno.html

      Para cualquiera consulta ya sabes pregunte sin miedo, aleykum salam espero que le haya servido de ayuda.

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