¡Manténgase sintonizado! Muchos no han sido capaces de reconocerle fácilmente, y el camino a Al-lâh no siempre es un lecho de rosas, Muhammad el Mensajero de Al-lâh (la paz y las bendiciones sean con él) dijo: (El paraíso está rodeado de dificultades).
Así que el acceso al conocimiento de Dios no es fácil, y esta vez acompañamos a un joven zoroastriano, más bien, él era el Custodio del fuego (adorado por su pueblo), el cual él debía vigilar y no dejar apagarse ni por un momento.
Un día va a salir este joven para reunirse con unos siervos de Dios, cristianos que adoraban a Dios en sus ermitas, quedó muy impresionado con lo que vio de su religión y se sintió atraído hacia su camino, porque esto era mejor que la religión que él y su pueblo seguían… Creyó en el cristianismo y anheló conocer el origen de esa religión, le informaron que era en Siria. Esperó la oportunidad de abandonar su hogar, su casa, y su familia, y emigrar a Siria en la búsqueda de las personas pertenecientes a esta religión; trabajó voluntariamente como servidor del obispo de la iglesia, y se dio cuenta que no era sincero, cuando murió el obispo, se marchó para reunirse con otro monje. Escuchó los consejos de este monje que fue un hombre sumamente recto, y cuando estuvo moribundo lo aconsejó ir con otro religioso.
Este último fue el punto de inflexión en la vida de este joven, puesto que le aconsejó seguir al Profeta que aparecerá en la presente década, pero un país distinto de su país, en una tierra lejana, en un pueblo diferente, ¡Y el joven viajóen busca de este Profeta... de esta religión... de este Dios!
Dio todo lo que tenía a unos mercaderes a cambio de llevarlo al lugar descrito por el monje, pero estos lo capturaron y lo vendieron como esclavo. No pasó mucho tiempo hasta que pudo encontrarse cara a cara con el Profeta de Al-lâh Muhammad (la paz y las bendiciones de Al-lâh sean con él), lo conoció por sus cualidades las cuales le habían sido descritas… ¡Y conoció a Al-lâh!
El fue un verdadero buscador de la verdad, como lo nombró
el Sheij Jalid Mohammed Jalid, en su libro: “Hombres cercanos al Mensajero”: Era Salomón el Persa /Sulaiman el Farisi, que viajó de este a oeste del desierto buscando a Dios…buscando al Señor…y cuando Lo halló, fue un siervo piadoso.
el Sheij Jalid Mohammed Jalid, en su libro: “Hombres cercanos al Mensajero”: Era Salomón el Persa /Sulaiman el Farisi, que viajó de este a oeste del desierto buscando a Dios…buscando al Señor…y cuando Lo halló, fue un siervo piadoso.
Estimado lector... Si no lo ha conocido todavía, siga las huellas de Salomón/Sulaiman, trate de examinar y hacer el esfuerzo para saber quién es Dios… Porque, es una gran alegría que siente el uno cuando encuentra Al-lâh, y Lo conoce muy bien.
* El título fue tomado de un artículo del profesor Jaled Mohamed Jaled “Hombres cercanos al Mensajero” Editorial Al Mokattam - Cairo - 1994 - p. 43.
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